Hace más de cinco años que Sergio se dedica a la venta de cacahuates, dulces y garapiñados en la vía pública. Todos los días sale de su hogar para recorrer las calles de la ciudad y ofrecerle a los transeúntes sus productos, recorro las calles de la ciudad y la gente que me encuentro a mi paso le ofrezco mis cacahuates, mis garapiñados y la gente me compra, una de las ventajas que tengo es que el cacahuate no ocupa publicidad ni promoción, la gente conoce su sabor y la gente que ya me ubica sabe que vendo calidad, porque mis cacahuates están en su punto, lo mismo que mis garapiñados”, aseveró Sergio Barajas Becerra de 44 años de edad que accede a contar parte de su historia a Meridiano.
Reveló que cuando era joven, él trabajaba en la obra como ayudante de albañil y cada semana recibía un sueldo de alrededor de mil 200 pesos, “pero ahora ya no puedo trabajar en la obra, por eso me dedico a la venta de cacahuates y dulces, ganó poco, pero sí sale para comer y para mantener a mi familia, aquí con la venta de cacahuates y dulces gano como 2 mil pesos por semana”, confesó optimista.
Sin embargo, Sergio aseguró que con la inflación y con el incremento de los costos de diversos productos de la canasta básica, en la actualidad el dinero casi no le rinde, “porque vas a la tienda con un billete de cien pesos y compras tres piezas de pan, un litro de leche y medio kilo de huevos y se te fue el billete y lo que compraste es solamente para cenar, imagínese, las mujeres tienen razón, el dinero ya no rinde como antes, por eso hay que trabajar más todos los días”.
Enseguida, el entrevistado expuso que para lograr darle buena calidad de vida a su esposa y sus dos hijas, necesita vender diariamente alrededor de 500 pesos, “de los cuales destino 250 pesos para surtir mi mercancía y los otros 250 pesos para los gastos de la casa, o como se conoce comúnmente, se van directo para el chivo”.
Finalmente, Sergio Barajas Becerra envió un mensaje a los integrantes de su familia, “hijas las quiero mucho, vieja te quiero mucho, a toda mi familia donde quiera que se encuentren quiero que sepan que los quiero, ustedes échenle ganas donde andan yo aquí voy a seguir trabajando para vivir cada día mejor”, concluyó el entrevistado.