Pues los cañeros, es decir los productores de caña, los trabajadores administrativos, los obreros, los técnicos, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el INFONAVIT, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la banca comercial, además de una larga lista de proveedores de grandes y pequeños montos, a diario “rascan”, las puertas del Ingenio de Puga, propiedad de la familia AGA, (Abelardo García Arce), para ver qué noticias hay respecto a lo que les deben.
Esa es la verdad de la situación que encara el antiquísimo ingenio de Puga, ubicado en el poblado de Francisco I. Madero, cuyo origen se remonta al año de 1620, cuando inició sus actividades como trapiche siendo su fundador Don Félix Velázquez de Puga de quién deriva su nombre de Ingenio de Puga, esto en respeto al fundador del trapiche que hoy es una gigantesca empresa.
En el año de 1846 fue adquirido por Don José María Castellanos de Llano, quién construyo lo que hoy se conoce como “Casa Hacienda”; pero fue hasta 1906 con la adquisición de equipo y maquinaria holandesa que se constituyó en un Ingenio importante por su producción de azúcar.
Posteriormente el Ingenio perteneció a Don Juan Aguirre quién lo vendió en 1940 a Don Manuel Suárez y en 1978 pasó a constituir parte del sector oficial a través de la paraestatal Azúcar S.A.
Hasta la década de los 70’s el Ingenio de Puga era considerado como una industria pequeña que producía un promedio de 35,000 Toneladas de Azúcar con una molienda del orden de las 400,000 Toneladas de Caña por zafra.
La década de los 80’s registra los esfuerzos por la administración del gobierno federal para elevar la producción de la empresa, incrementando los rendimientos del campo; aunque no sucedió así con la eficiencia general de la fábrica.
A partir de 1988 año en que fue adquirido por CONSORCIO AGA su actual propietario el Ingenio de Puga S.A. de C.V., a través de un programa de desarrollo sustentado es uno de los ingenios con mayor rendimiento en México. Las modificaciones realizadas a su planta industrial en los últimos años incrementaron sustancialmente su capacidad de procesamiento, estableciéndose con esto las condiciones del campo y el desarrollo general de la empresa.
En los datos de producción registrados en los últimos 10 años se manifiestan los importantes esfuerzos para elevar la producción y eficiencia de la empresa en su conjunto, merced a inversiones de gran envergadura como la puesta en marcha de eficientes controles operativos y el uso de nuevas técnicas y tecnologías que han permitido el incremento de los parámetros trazados como la reciente puesta en marcha de una refinería con tecnología de punta durante el año 2000, que vino a elevar la calidad de su producto de dulce.
La refinería inicio sus operaciones en el mes de enero del 2000, con buenas expectativas de producción y calidad, con lo cual se pudo satisfacer las exigencias actuales del mercado nacional e internacional, así que como usted puede leer, hay más de 400 años de historia de este ingenio, que está a punto de desaparecer, de irse a la quiebra no, porque eso ya ocurrió, es decir El Ingenio de Puga S.A. de C.V., de acuerdo a palabras del secretario general de gobierno, el ingenio se encuentra ya en declaratoria de quiebra, sin mayores enredos.
De acuerdo a palabras del licenciado JUAN ECHEAGARAY BECERRA, a los trabajadores se les adeudan 30 millones de pesos, y en afán de apoyarlos, comentó que se gestionará un crédito en la Secretaría de Hacienda, para liquidar dicha cantidad.
Los 400 millones de pesos que se adeudan a los campesinos, indicó que se les pagaría con la venta del azúcar, lo que podría ser de un momento a otro.
También se determinó solicitar un concurso mercantil, para que comparezcan los acreedores y se pueda tomar la administración con la finalidad de sanear las deudas que tiene.
La compañía está valuada en cinco mil millones de pesos, pero su deuda asciende a cuatro mil, por lo que en este momento no se puede vender, aunque hay quienes están interesados en adquirirla.
Desde luego que la intención es que continúe operando la empresa, puesto que de esta dependen cientos de cañeros y empleados, por lo tanto si la dejan morir se detendría la economía de esta zona, y claro, afectaría como siempre, no sólo a los miles de empleados que ahí laboran, sino toda la economía no sólo de PUGA, sino del estado…la oferta para quien lo compre no es de ninguna manera tentadora, pero seguramente un buen hombre de negocios, le entrará al quite, Dios quiera…hasta mañana