“Ustedes sin nosotros pueden apagar el fuego y nosotros sin ustedes, nos quemamos” con estas palabras, el gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero se sumó hombro con hombro, con brigadistas que en cada incendio exponen su vida y a quienes les reconoció su valentía para seguir con entereza, realizando esta importante labor, esto ocurrió apenas hace unos días, y digamos días antes de que ocurriera la tragedia de que Óscar Taizán Arellano, brigadista de Tepic que sufrió quemaduras cuando combatía un incendio forestal, falleciera tras una semana luchando por su vida, esto de su fallecimiento confirmado por la presidenta municipal, Geraldine Ponce y miren, una foto en la que la alcaldesa comunicaba la tragedia, era una foto del recuerdo, cuando tanto OSCAR TAIZÁN, como GERALDINE PONCE, eran compañeros de preparatoria.
El asunto amigos y amigas, es que toda la semana pasada y esta misma, hasta ayer martes, y dudo que se acabe en el resto de la semana santa, el cerro de San Juan, sigue ardiendo, nada más que ahora no por el lado en el que todo mundo lo puede ver y lamentar, sino por el lado contrario, es decir, por el costado en donde la gente que vive en el trayecto de la carretera Tepic- La Yerba, lo puede apreciar.
El humo sale en abundancia y aunque durante el día, parece que son nubes, durante la noche, debido a que el viento se aleja, el humo baja a nivel casi del piso, y penetra en las casas del Ahuacate, el Izote, Venustiano Carranza, y otras poblaciones que ven el humaderal provocado por el incendio en el cerro de San Juan.
Mucho me temo que los frailes que habitan el monasterio del Izote, tendrán que ser evacuados, so riesgo de que pudieran presentar intoxicación por la aspiración de humo, ya que ellos que habitan en el cerro, deben estar realmente muy afectados por el humo, como ya dije antes y como todos ustedes lo saben, este humo es altamente tóxico por el monóxido de carbono que contiene, y que en casos extremos puede provocar incluso la muerte, claro, lo repito, en casos extremos, y aunque no quisiera ser amarillista, este pudiera ser un caso extremo para los frailes del Izote, mayormente cuando algunos de ellos, hacen penitencia durmiendo en cuevas en donde no tienen ninguna ventana por donde escape el humo, que bien pudiera entrar por sus cuevas.
En fin, tenemos años batallando por los incendios en tiempos de estiaje, alguna vez escuché a un director de protección civil, decir que la mayoría de los incendios en los cerros son provocados por el ser humano, esto de que los seres humanos son los culpables, se refiere no a que precisamente vayan y rieguen las yerbas secas con gasolina o petróleo y luego le prendan fuego para ver arder los matorrales, y luego el bosque, no, esto significa que muchos paseantes, caminantes, visitantes de los lugares altos de los cerros, o de los lugares cercanos, se les ocurre hacer fogatas, a veces para asar bombones y salchichas, a veces para calentarse, a veces para poner a cocer algún alimento, y luego, terminan su visita y sólo se retiran.
Ciertamente no prenden ninguna yerba a propósito, pero es muy fácil que una chispa de un carbón, salte con motivo del viento, vuele y vaya a caer en una hierba de esas que están secas, de esas hierbas que con una simple brizna de fuego, arden como yescas y así tenemos otro fuego que quizá elimine cientos o miles de árboles que tienen años y años, dándole vida a nuestro cerro de san Juan.
Por eso una gran verdad que dijo el gobernador a los brigadistas de la CONAFOR, es que sin ellos, sin el trabajo arduo, empeñoso, lleno de valor, y sobre todo, un trabajo realizado en situaciones de altas, muy altas temperaturas, los tepicenses y los nayaritas en general, nos quemaríamos, como le ocurrió a OSCAR TAIZÁN ARELLANO, brigadista del municipio de Tepic, de 30 años de edad, quien el pasado 23 de marzo intentaba sofocar las llamas en la zona de Las Conchas junto a sus compañeros brigadistas, cuando una repentina ráfaga de viento provocó que las llamas lo alcanzaran y miren, esta es una muestra de que las llamas son tan mortales, tan implacables, que son unos verdaderos héroes quienes andan combatiendo el fuego y luchando para que no se pase la lumbre a hacer daños a la flora y fauna que ha costado decenas o probablemente cientos de años, mantenerla en equilibrio.
El asunto es que OSCAR TAIZÁN, fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja de Tepic, quienes lo llevaron al hospital Puerta de Hierro., pero luego de una semana internado, finalmente perdió la vida a causa de las múltiples quemaduras que sufrió.
Toda la razón del mundo la tiene el gobernador del estado, al decir que nosotros sin los brigadistas nos quemamos, pero ellos sin nosotros sí pueden apagar el fuego…a la memoria del brigadista municipal, Oscar, quien debe ya descansar en paz… hasta mañana