Este 25 de julio, en esta esquina, la multiplicación de los panes; en la otra, en la víspera, un libro que lanza mil dardos casi envenenados a una verdad considerada absoluta sobre la fundación hispánica de Tepic. Del lado del pan, Pedro López González (Xalisco, 77 años, 98 libros publicados); del otro lado, Rodolfo Medina Gutiérrez (Compostela, 31 años).

En la Plaza Principal de la capital nayarita, un hecho simbólico para celebrar el 491 aniversario de la fundación de Santiago de Compostela sobre la actual ciudad de Tepic: la degustación de más de mil antes, panecillos bañados en leche azucarada, canela y pasas, adornados con banderín de papel, típicos de las fiestas de Santiago Apóstol, que en alguna época fueron tradición en la ciudad.

Tepic y Compostela enfrentados, no en una guerra de bandas, pero sí en una guerra de historias, o mejor dicho, de historiadores. Ambas ciudades reclaman en exclusividad el 25 de julio de 1532 como fecha de su fundación hispánica. Del lado de Compostela, Rodolfo Medina Gutiérrez, José Luis Cervantes Cortés, Pedro Luna Jiménez y Javier Berecochea García. Del lado de Tepic, Pedro López González, Daniel Isaac Ortiz Jiménez, Francisco Samaniega y Raúl Méndez Lugo. Aquéllos defienden que Compostela y Tepic fueron ciudades distintas; éstos que Compostela y Tepic fueron lo mismo, aunque en 1540 se cambiara Compostela a su territorio definitivo.

La lógica de considerar a Compostela una ciudad errante que empieza en Matatipac y se desplaza hasta el valle de Cactlán es tan forzada, dice Francisco Samaniega, “que van a terminar afirmando que se fundó en el siglo VII medieval, cuando la aparición de los restos del apóstol en Galicia, España, pasando desde 1504 por una primera fundación americana en la hoy Compostela de Azúa, República Dominicana, ¡y ya desde el Caribe siguió errando luego hasta Tepic.”

Destacan algunas posiciones en la discución fundacional. La del José Luis Cervantes Cortés, que dice que una persona puede nacer en un lugar, crecer en otro, pero celebrar su cumpleaños en el lugar que viva en ese momento. O la de Raymundo Ramos Delgado, que se inclina porque las dos tengan motivos de celebración: “Compostela, que sigue siendo la misma que se fundó en Tepic. Tepic celebraría el hecho de que estuvo aquí Compostela, aunque no seamos ellos. Y me parece también importante festejar el hecho que seamos ciudad de Tepic, título que se dio por la Corona española en 1811.”

Será el sereno, pero los panaderos y los amantes de las harinas y azúcares quieren que se rescate de manera definitiva la tradición del ante en Tepic, no sólo en las fiestas del apóstol Santiago. ¡Que así sea! Insulinodependientes, absténganse.

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