El pasado miércoles, en el marco de los preparativos para recibir con una tunda al huracán con nombre de mujer, LIDIA para serles claro, huracán que finalmente nos dejó vestidos y alborotados, pues terminó entrando por un poblado de Amatlán de Cañas, y donde se tenía prevista su llegada, puras habas, bueno pero esto ya es historia, como les decía, en una conferencia de prensa informativa a la que nos invitó la presidenta municipal de Tepic, la ingeniero GERALDINE PONCE, nos estuvo comentando las medidas preventivas y muchas acciones que desde tiempo atrás se venían realizando no sólo con motivo del huracán LIDIA, sino por la temporada de lluvias, para evitar los acostumbrados colapsos que en materia de controles pluviales, los tepicenses hemos visto a través de todas las pasadas administraciones.
Algunos datos expresados por la alcaldesa, fueron realmente sorprendentes, por ejemplo, yo no sabía que había 74 canales, divididos en dos clases, 37 de ellos se pueden limpiar mecánicamente, es decir con máquinas propias para hacer estos trabajos, mientras que otros 37, se tienen que limpiar a mano, en forma manual, pues no es posible meter ningún equipo en ellos. De estos 74 canales, tenemos en total 33 kilómetros que se tienen que mantener limpios.
Otro dato también muy importante, es que en la capital de Nayarit, existen 746 rejillas, a las cuales desde luego se les tiene que dar mantenimiento, por el riesgo que representa que pierdan su función que es precisamente la de captar el líquido de las lluvias, para desahogar los probables riesgos que pueda ocasionar el hecho de que ya no cumplan su función, es decir, que estén llenas de cualquier tipo de desecho y terminen por no captar el derramamiento pluvial que provocan las lluvias.
Pero quizá el apunte que nos sigue asombrando es que el principal motivo de que estas alcantarillas se tapen, siguen siendo las bolsas de basura tiradas impunemente al agua, que terminan abotagando las alcantarillas, es decir que las congestionan tanto de basura, que el agua empieza a pasar simplemente por arriba de la rejilla cuya función original era la de captar, absorber el agua que escurre desde las partes altas.
Lo más irónico es que la gente que tira sus bolsas de basura que luego terminan llenando las rejillas de absorción, son principalmente personas que viven en el entorno, que viven cerca pues de donde ocurren las tragedias de inundaciones de las casas a causa de un buen funcionamiento de las alcantarillas o rejillas de absorción.
Luego estas mismas personas, son las que ponen el grito en el cielo, las que se quejan de la tragedia que tienen qué sufrir.
Por supuesto que no es una regla que solo los habitantes de una determinada demarcación, tiren sus bolsas o pongan la basura en esquinas cuando no hay servicio de limpia, misma basura que como ya lo he dicho, termina afectando a la propia ciudadanía.
Pero en el caso de la gente que sabe que sufrirá las consecuencias de su mala conducta higiénica, de su mala cultura de limpieza, pueden catalogarse como MASOQUISTAS EMOCINALES.
Fíjense, al masoquista le gusta infligir daño tanto a otras personas como a sí mismo. En el masoquismo emocional aparecen constantemente elementos autodestructivos, autodevaluativos, dolor y sufrimiento. Suele estar ligado a personas con gran miedo al rechazo, abandono y a la humillación. El MASOQUISMO EMOCIONAL, describe la actitud de una persona que busca placer a través del sufrimiento psicológico en forma de humillación y / o dolor físico.
En el masoquismo emocional aparecen constantemente elementos autodestructivos, autodevaluativos, dolor y sufrimiento. Suele estar ligado a personas con gran miedo al rechazo, abandono y a la humillación.
Tan sólo enumerar algunas características de la persona que padece masoquismo emocional, nos lleva a pensar que esto es lo que hacen los que provocan los desbordes de aguas en sus calles, pero siguen realizando acciones que los seguirán perjudicando.
Una característica del masoquista emocional es elegir personas o situaciones que lleven al fracaso, decepción o maltrato. Inclusive habiendo otras opciones satisfactorias o saludables, en el caso que nos ocupa, las personas pueden no tirar su basura ni sacarla cuando saben que no pasará el camión recolector, pero lo hacen, tiene opciones de no hacerlo, repito, saben que hay un servicio de limpia, saben que pueden incluso en todo caso, si les urge tirar sus desechos por cuestiones de olores o peligro, llevarlo a tirar a zonas céntricas, donde hay un servicio de limpia diario, pero no, mejor optan por tirarla para luego sentir el sufrimiento de sus calles, casas, banquetas, inundadas.
Podríamos entender como posibles ejemplos de masoquismo emocional: el trastorno alimentario de bulimia, de anorexia, la práctica autolesiones corporales o del aislamiento social voluntario. Todas estas serían prácticas inicialmente dolorosas física y emocionalmente que conllevarían una satisfacción pulsional, en muchos casos derivadas de traumas, pero bueno, hoy solo hablamos de las personas que saben que atentan contra su propia higiene, integridad y seguridad, al realizar acciones sucias y las seguirán realizando, hasta que se les sancione como se debe…hasta mañana