Este domingo, México fue testigo de un nuevo capítulo en su historia democrática: el segundo debate presidencial de 2024, donde la participación ciudadana se erigió como piedra angular del diálogo político y presentó un formato sin precedentes que permitió el roce de las candidatas punteras.
Bajo la premisa de crear rutas hacia el desarrollo de México con la activa intervención de la ciudadanía, el debate fue notable por su innovador formato. Organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) y con la gestión logística a cargo de Estudios Churubusco, el evento tuvo lugar en el Country Club Churubusco, ubicado en la alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México, sede que reunió a los tres candidatos presidenciales: Claudia Sheinbaum Pardo de la alianza Sigamos Haciendo Historia (MORENA, PVEM, PT), Xóchitl Gálvez Ruiz de la alianza Fuerza y Corazón Por México (PAN, PRI, PRD) y Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano.
El formato del debate, meticulosamente diseñado para diferenciarse de sus predecesores, contó con una serie de puntos clave, según lo expresado por Carla Humphrey, consejera del INE. Las candidaturas a la presidencia tuvieron la oportunidad de ofrecer una introducción de 30 segundos, donde resumieron su trayectoria y propuestas.

Los temas debatidos se dividieron en bloques, con un enfoque particular en áreas críticas para el desarrollo del país. Estos incluyeron crecimiento económico, infraestructura y desarrollo, pobreza y desigualdad, así como cambio climático y desarrollo sostenible. En comparación con el primer debate, se añadió un bloque adicional para abordar con mayor profundidad estas cuestiones fundamentales.
En el primer bloque, la candidata Claudia Sheinbaum se comprometió a continuar con la estabilidad económica que presume el gobierno federal actual, argumentando que la creación de empleos y viviendas será uno de los ejes principales de su gobierno, anunciando la propuesta de construir 100 parques industriales, para aprovechar la coyuntura que el nearshoring ha abierto a la economía mexicana.
Una característica distintiva de este debate fue la inclusión de preguntas grabadas por la ciudadanía, tanto desde distintos puntos de la República Mexicana como del extranjero. De las 400 preguntas enviadas, 75 fueron seleccionadas por sorteo, mientras que 8 fueron elegidas por la moderación del debate, asegurando así una representación equitativa de las preocupaciones de la población.
En el segundo bloque, la candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia, señaló que seguirá dando continuidad a la reducción de pobreza y desigualdades a través del reparto de programas sociales lo que afirmó ha permitido una disminución importante de la pobreza, “por primera vez desde 1982 estamos por debajo del 40 por ciento de población pobre y al mismo tiempo disminuyó la desigualdad”, destacó.
Durante la ronda de preguntas, las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez aprovecharon no sólo para dar a conocer sus propuestas, sino para abrir una acalorada discusión que se caracterizó por el intercambio de acusaciones, a las que esporádicamente se sumó el candidato Álvarez Máynez.
Llegando a utilizar distintos adjetivos por parte de las principales candidatas para referirse a su rival, primero Gálvez Ruiz quien llamó en múltiples ocasiones narcocandidata, a su rival Sheinbaum Pardo, quien devolvió la dosis calificando como la corrupta, a la candidata de la alianza Fuerza y Corazón Por México, a quien en distintas ocasiones ha acusado de beneficiarse de contratos públicos.
Mientras que en el segmento final del evento se permitió que cada candidato tuviera un minuto de cierre para profundizar en sus principales propuestas.
El papel central de la participación ciudadana se reflejó en la elección de la sede del debate y en el enfoque en la transmisión del evento. El informe técnico del INE destacó que Estudios Churubusco, un estudio cinematográfico sectorizado por la Secretaría de Cultura, proporcionó un espacio adecuado para la participación activa de la ciudadanía, con acceso para 100 vehículos.
Con una duración de una hora con 57 minutos, el debate fue transmitido en vivo a través de la página oficial del INE, cumpliendo con las reglas básicas de transmisión compartidas por el órgano electoral. Estas reglas incluyeron elementos que destacaron las diversas regiones del país, una escenografía imparcial y la reducción de distracciones para garantizar un diálogo político claro y constructivo.