“La oposición se considera como un elemento básico y esencial de los sistemas de gobierno democráticos. Su importancia radica en que es factor de control y limitación de los gobiernos en turno. Así como en la alternativa para la formación de nuevos gobiernos.” Literatura política.
HACER LO MISMO
En la ciencia, las artes, en la política, cuando haces lo mismo con los mismos, tendrás siempre los mismos resultados. De tal manera que la constante de la vida, la ciencia, las artes y la política, son sin lugar a duda, los cambios. En la historia política de México, los partidos que han tenido una fuerte presencia nacional y que, por rechazo de los electores, se han ido al 11%, 10% de la votación general. Como norma, continúan degradándose, hasta que se borran de la agenda política nacional. Le pasó recientemente como lección digna de tomarse en cuenta al PRD. Con cifras muy por debajo a la de la conservación de su registro. Eso le sucedió al partido del otrora poderoso Sol Azteca. Que ha venido desdibujándose de la participación política nacional. Después de ser una fuerza importante, ganadora de senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales, gubernaturas y presidencias municipales. Un oponente fuerte en las legislaturas locales y presidencias municipales. Con peso en el Senado y en la Cámara de diputados federal.
Ha ido bajando en las preferencias electorales de manera muy seria también el PAN. A pesar de eso, nos informa la prensa nacional, que están felicitando a sus candidatas y candidatos perdedores. Viendo a esta derrota, como algo que va a pasar y de nuevo se van a fortalecer en lo local y en lo nacional. Esta es una actitud poco seria.
LO NORMAL
Lo normal en el mundo de la política, sobre todo en Europa, cuando un partido político pierde unas elecciones, su presidente de inmediato presenta su renuncia.
Se hace un análisis muy serio de lo que sucedió.
Presentándose una dirigencia provisional, que convoca a la selección más conveniente para la nueva dirigencia del partido.
Se elige una nueva dirigencia, con el mandato de tomar en cuenta las observaciones de cuadros y de la base, para corregir fallas y enfilar al partido a un mejor lugar de participación política.
ESTA PRÁCTICA
Esta práctica es usual en los países democráticos del mundo, enfilados a corregir fallas, omisiones, imprevisiones o errores en las estrategias o en las tácticas.
Por lógica elemental entonces.
La dirigencia perdedora del PRD, debe de renunciar.
La dirigencia perdedora del PAN, debe de renunciar.
La dirigencia perdedora del PRI, debe de renunciar.
Eso es parte de la práctica elemental, de sentido común, de lógica de experiencia inmediata, ante la contundente realidad de un fracaso electoral tan visible para todo mundo, de este pasado 2 de junio de 2024.
AFERRARSE AL PODER
El aferrarse al poder y al partido, dañó y eliminó al PFCRN, al PPS, al PARM, al PDM y al PRD, en lo muy reciente.
Estará sucediendo lo mismo, sin duda con el PAN y con el PRI y el PRD. En donde el cambio, es lo que necesitan con urgencia ambos partidos. Porque se vio en la precampaña la falta de liderazgo del PAN, el PRI y del PRD, en la elección 2024. Eso mismo se vio en la campaña. Sin oferta ni peso como oposición ninguno de los tres partidos. Ni tampoco como alianza.
EL PUEBLO DECIDIÓ
El pueblo decidió y los derrotó uno por uno, tanto al PAN, al PRI y al PRD.
Haciéndoles perder la presidencia de la República.
La mayoría en el senado.
La mayoría en la cámara de diputados federal.
Igualmente, la mayoría de las Legislaturas locales.
La mayoría de las presidencias municipales.
Dejándolos muy débiles como partidos y como oposición.
LA ASAMBLEA NACIONAL
La Asamblea Nacional del PRI, debería de haberla convocado una dirigencia nueva y no en este momento. Este espacio, debería de ser para que una nueva dirigencia encabezara a lo que queda del tricolor. Para realizar una autocrítica profunda, encaminada a rectificar los errores. Eso mismo debe de suceder con el PAN. El caso del PRD, es difícil y ya sin salida. Estará presente por un tiempo, sólo en 12 estados de la República. A nivel nacional, ha perdido su registro.