Luego del ascenso que tuvo el PAN en Vallarta y pensaban que el PRI ya no volvería más a la escena política.
LE VATICINAN LA DERROTA
Y lejos de desanimarse, Gustavo González Villaseñor, aprovechó la oportunidad de ser diputado federal suplente, de Salvador Cosio Gaona, que luego le dio la
oportunidad de ser del congreso local.
“Por ese partido ya no, vas perder” le auguraban que iría a una derrota más. Luis Reyes Brambila, el hombre todo poderoso, el publirelacionista número uno el que aseguraba una victoria al PRI, el dueño del periódico Vallarta Opina, el más influyente en la región, el que trajo a los artistas de talla internacional, como Marco Antonio Muñiz… simplemente perdió la elección.
TODO LO CONTRARIO
Y es que a Luis lo habían escogido como su candidato: el expresidente municipal, Jorge Lepe, Rodolfo Gómez Bernal, que venía de una derrota ante el mismísimo David Cuevas García, don Rafael Yerena Zambrano, y muchos otros personajes.
SUELO, SUDOR Y ZAPATO
Sin embargo, quien si había ganado era Gustavo González. Venció en la diputación local por el distrito. A partir de eso, se dejaron de experimentos y se pusieron a trabajar, los amigos de Gustavo: Andrés González Palomera, Juan Carlos Castro Almaguer, Martín Vázquez, Manuel Galindo Nolasco.
REUNIONES A RAZ DE TIERRA
Por pedimento de Juan Carlos Castro, hacia dos o tres reuniones aprovechando la incipiente estructura del Movimiento Territorial (MT), que era un apéndice del PRI.
La verdad estaban creando una estructura, donde no la había y la gente se emocionaba porque, por vez primera, eran tomados en cuenta. La gente aprovechaba esos pequeñas reuniones, para despotricar en contra del gobierno en turno.
Así que era necesario echar mano de mobiliario y más micrófonos. Y Gustavo escuchaba, y solo eso, porque no tenía presupuesto para hacer obra.
ANDABAN DEL TINGO AL TANGO
Y en eso se iban los viáticos en viajar a la ciudad de Guadalajara y Vallarta, entre sillas y micrófonos, hasta que tuvieron la “maravillosas idea” de adquirir sus propios equipos.
POR AMOR AL ARTE
Poco a poco se fueron reuniendo gentes de la talla de Paco Sánchez, que hacía rifas, para obtener recursos; la anestesióloga del IMSS, Rosa Torres, todos metiéndole sin la esperanza de sacar un solo peso. La única misión era despertar y sacar al PAN del poder.
LO CREÍAN “PAPITA”
Y es que a la que echaron al ruedo era a la panista Eva Contreras Sandoval, esposa de Fernando González Corona. Pensaron que Gustavo era una “papita”, pero que equivocada se estaban dando el equipo de la señora: Hugo Lynn Almada y Roberto Almaguer Vega, entre muchos otros que eran su equipo de periodistas intelectuales.
Pero mañana le seguimos porque ya se me terminó el espacio, hasta mañana.