Durante un mitin en Raleigh, Carolina del Norte, el expresidente Donald Trump, actual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, prometió imponer un arancel del 25% a todas las importaciones provenientes de México. Trump condicionó esta medida a que el Gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, frene el flujo migratorio y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
En su discurso, Trump afirmó que informará a Sheinbaum sobre esta medida y justificó su postura señalando la “avalancha de criminales y drogas” que, según él, ingresan al país. “Se supone que (Sheinbaum) es una mujer muy agradable, dicen. No la conozco, pero la informaré antes o después de que si no detienen esta avalancha de criminales y drogas que ingresan a nuestro país, impondré inmediatamente un arancel del 25 por ciento a todo lo que envíen a Estados Unidos”, declaró el candidato republicano, según recogió el medio estadounidense The Hill.
El expresidente también aseguró que el plan tiene “un 100 por ciento de posibilidades de funcionar” y dejó abierta la posibilidad de incrementar progresivamente estos aranceles si el gobierno mexicano no cumple con sus demandas. Esta postura forma parte de las estrategias de Trump para endurecer las políticas migratorias, entre las que se incluye retomar la construcción de un muro fronterizo con México, una iniciativa revertida por el actual presidente Joe Biden.
La amenaza de Trump ha generado preocupaciones sobre el impacto económico en México. Un reciente informe de Fitch Ratings advierte que un incremento arancelario podría afectar el Producto Interno Bruto (PIB) de México, reduciéndolo entre un 0,2% y un 1,9%. Esta medida podría aumentar la incertidumbre para las empresas mexicanas, quienes enfrentan desafíos en sus exportaciones a uno de sus principales socios comerciales.
Las declaraciones de Trump se dan en medio de una intensa campaña electoral en la que busca un segundo mandato no consecutivo, tras su derrota en 2020 ante Joe Biden. La vicepresidenta Kamala Harris, candidata demócrata, es su principal contrincante en las elecciones presidenciales de este martes 5 de noviembre, en las que más de 75 millones de estadounidenses ya han votado de forma anticipada.