En lo que va del año, ya suman cinco establecimientos entre bares y cantinas los que han sido multados por incumplir con los niveles permitidos por la ley, en cuanto a sonidos excesivo y música se refiere, ya que causan molestias a los vecinos en Ciudad del Valle, dio a conocer el inspector ambiental de la Dirección General del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del municipio de Tepic, Omar Ortiz.
En ese sentido, el funcionario municipal precisó que el reglamento establece que los bares, cantinas y restaurantes deben de mantener un nivel de ruido de seis de la tarde a diez de la noche a 68 decibeles.
“Hablamos de bares en su mayoría que son los que más le suben al sonido, hay que recordar que ahorita los bares entre más descubiertos están como que más atractivos los ven, pero es el que menos mitiga el sonido; el reglamento nos marca que antes de las 10:00 de la noche los decibeles deben de estar a 68, después de las 10 de la noche debe de bajar a 65 hasta las cinco de la mañana, ese reglamento es el de ecología y protección al medio ambiente amén de la Ley de Procedimientos Administrativos para el estado de Nayarit”.
El inspector ambiental de la dirección general del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del municipio de Tepic informó además que otro de los operativos que mantienen vigentes es el que tiene que ver con la inspección a plazas comerciales para que estas cumplan con la recolección de sus desechos de manera puntual y eficiente, es decir, que no se conviertan en un riesgo sanitario: “La idea es verificar que las empresas cuenten con sus camiones de recolección a negocios que además generan grandes cantidades de grasas y aceites, es decir se verifica que cuenten con todos los aditamentos para evitar que residuo o las grasas vaya a parar al drenaje y evita así su taponamiento o afectaciones.
“También traemos ahorita un operativo de que son la vigilancia a las chatarreras, que estén regularizados y que tengan sus deshechos con una mejor manera de tratarse o separar, igual se da mucho que las personas llevan los motores con aceites y entonces pues evitar que ese aceite corra y quedé tirado”.
El ayuntamiento debe ir en contra de los ruidosos; pero las motocicletas que dejan el escape abierto y asustan a personas mayores y enfermos en casas.
Es una práctica recurrente más por rebeldía que por placer.