En el estado de Nayarit prevalecen la paz y la tranquilidad. No es un asunto casual, sino consecuencia de una estrategia de gobierno que ha dado resultados. No obstante, el Gobernador del Estado Miguel Ángel Navarro Quintero ni se confía ni se cruza de brazos. El mandatario sabe que nada está escrito en esa materia y esa certeza la manifestó en su mensaje a los nayaritas, obsequiado este con motivo de su tercer informe de labres al frente del Poder Ejecutivo estatal.
No ha sido sencillo tener los resultados que se viven en Nayarit. El gobernador Navarro reconoció en la agenda de seguridad pública, uno de “los dos principales problemas” con los que se ha debido enfrentar. El otro campo de dificultades se relaciona con el tema de las finanzas públicas. Aquí ya hemos tratado el tema de las finanzas públicas. A pesar de eso, conviene retomar la reflexión al respecto, pues el mandatario ha dado a conocer detalles de la gravedad de ese problema. El análisis lo haremos más adelante. Por ahora nos enfocaremos al tema de la seguridad púbica.
Uno de los ejes estratégicos del Plan Estatal de Desarrollo lo representa precisamente la seguridad pública. Es pieza fundamental dado que esa es una de las condiciones que pueden servir para que las inversiones privadas directas fluyan hacia el estado. Eso puede ser útil para la creación de empresas, para la actividad de la economía del estado. Mantener en el estado la paz y la seguridad pública, no solamente es una condición para atraer inversiones y empleo, sino para que las personas, para que las familias, puedan vivir mejor, para que la gente goce de condiciones favorables para su bienestar general.
Los nayaritas ya conocemos lo que representa la perdida de la paz y de la tranquilidad. En el pasado que no se debe olvidar, la capital del estado de vio bañada por oleadas de sangre y de violencia inaudita. El resto de la entidad también se vio enfrascada en una condición inaceptable de inseguridad. Eso no lo podemos ni lo debemos olvidar. Debemos aprender de lo que al estado le ha ocurrido y lo que le ha costado en términos de indicadores de desarrollo humano.
No obstante, no se debe descartar que, en cualquier momento, la actividad criminal ponga en jaque la paz y la seguridad que por ahora vivimos los nayaritas. A eso se ha referido también el gobernador en su mensaje a los nayaritas. En materia de seguridad pública nada está dado para siempre. A eso se ha referido el titular del Ejecutivo estatal y es de ponerse de relieve cada palabra que ha pronunciado al respecto. Las acechanzas siempre deben motivar que no haya cruce de brazos. En materia de seguridad pública no procede tirarse a la milonga. Tampoco podemos suponer que nada pasará en el futuro; todo puede pasar en el corto o en el mediano plazo, e incluso en la inmediatez.
La actividad criminal no puede adivinarse. Lo que se debe hacer desde el gobierno, es mantener altos niveles de actividad en la esfera de la inteligencia. Las estrategias preventivas y la disuasión son parte fundamental de esa política pública en la materia. No obstante, se debe tener en cuenta muy en serio que los grupos criminales se mantienen siempre en constantes luchas intestinas y que los reacomodos de fuerzas están a la orden del día.
Por eso, reconocer que nada está dado para siempre en materia de seguridad pública, es pieza fundamental para estar preparados ante cualquier contingencia que se pueda registrar. Las palabras del mandatario muestran sinceridad y absoluta honestidad al abordar su mensaje en materia de seguridad pública.
El mandatario estatal ha logrado contener las embestidas de la actividad criminal que tiene su origen en otras regiones del país. Una y otra vez han sido rechazadas las incursiones punitivas del crimen organizado. No ha sido sencillo. Además, en los tiempos más recientes hemos observado que la actividad criminal se ha reactivado debido a hechos que han sacudido los mandos de las bandas que actúan al margen de la legalidad. En esto han estado involucrados gobiernos extranjeros, lo que es otra fuente de preocupaciones, debido a lo que puede eso significar para la soberanía nacional. No obstante, el mayor problema en que se manifiesta esa probable intervención, consiste en términos prácticos en una fragmentación que ahora se traduce en choques continuos en lo que parece una batalla campal.
La rectitud, la honestidad y la honorabilidad del doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, son parte de su identidad y de sus convicciones. Esa forma de ser y de proceder es clave para entender los indicadores en materia de seguridad. Estos son fundamentales para entender por qué el mandatario no ofrece palabras dulces. El mandatario estatal sabe de la importancia que radica en decir la verdad. Por eso ha señalado que “preferimos plantear una verdad, por amarga que sea, a una mentira dulce, que muchas veces termina siendo una manzana envenenada”. En materia de seguridad, como todo en política, lo mejor es decir la verdad.