7.7 C
Tepic
sábado, marzo 15, 2025
InicioOpiniónPersonas desaparecidas. Un grave flagelo

Personas desaparecidas. Un grave flagelo

Fecha:

spot_imgspot_img

Entre las muchas opciones abiertas para escribir algunas “palabras”, he decidido proseguir con el tema de las personas desaparecidas en nuestro país, esa problemática que en unas “palabras” publicadas en este mismo espacio hace unas pocas semanas en un comentario a la controvertida película “Emilia Pérez” consideraba como uno de los flagelos más graves que azotan a nuestro país, además de ser uno de los menos atendidos, uno más de los minimizados y, sin embargo, un foco rojo que lejos de apagarse parece seguir en aumento…

A pesar de los intentos de maquillar el número de personas desaparecidas ante el aumento significativo de su número durante el sexenio anterior ―la cifra sexenal cerró oficialmente en 51,791― realizando un censo por medio de los Siervos de la Nación y mediante cambios en su nomenclatura, se sigue hablando de más de 100,000 personas desaparecidas.

Es más, de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas después de un amplio ejercicio de verificación, en abril de 2024 se reconocía que había 115,759 personas desaparecidas y no localizadas en nuestro país y en una consulta realizada apenas el domingo 16 de febrero en la página del RNPDNL, ese número ascendía a 122,355.

De acuerdo con una publicación de la Organización civil “A dónde van los desaparecidos”, durante los primeros 100 días de la actual administración federal, el Registro Nacional ya mencionado reconocía la desaparición de 4,010 personas entre el 01 de octubre de 2024 y el 08 de enero de 2025, lo que representaba un promedio de 40 desapariciones diarias y un aumento del 60% con relación al promedio del sexenio anterior [25 desapariciones por día].

Un panorama más amplio, muestra que la cantidad de víctimas se mantuvo entre 8,000 y 8,600 entre 2019 y 2022; que en 2023 aumentaron a 10,283 y en 2024, a 13,627…

Y uno más amplio aún, permite percibir un aumento exponencial en el rubro de desapariciones a partir del año 2006, sin saberse a ciencia cierta cuántas de esas personas desparecidas se encuentran entre los más de 70,000 cadáveres que ingresaron a los Servicios Médicos Forenses a lo largo de los años que no han sido identificados, muchos de los cuales han sido sepultados en fosas comunes…

¿Cuántas más yacen en fosas clandestinas?

Incluso en la CDMX que tanto alarde hace del éxito de su sistema de seguridad entre el año 2023 y 2024 hubo un aumento en el número de personas desaparecidas del 98%, ya que pasó de 856 a 1,697…

En ese contexto, la semana anterior me di a la tarea de leer un [relativamente] breve estudio de Elena Azaola publicado por El Colegio de México y que lleva por título “La desaparición de personas en la Ciudad de México. ¿Quiénes son? ¿Dónde están?” cuyo interés radica ―entre otras cosas― en los puntos específicos que aborda en cada uno de los capítulos en que se divide, todos ellos a partir de interrogantes: ¿Por qué desaparecen?; ¿Cuántas son?; ¿Dónde están?; ¿Quiénes son?; ¿Qué impide encontrarlas?; ¿Qué podría ayudar a su localización?, así como en las luces que ilustran lo que sucede a nivel nacional.

Como suelen serlo, las “palabras” aquí escritas tienen como propósito último exhortar a la lectura del estudio, pero siendo consciente que no todas las personas que las lean lo harán, el propósito más inmediato consiste en compartir algunos puntos que encontré en él al irlo leyendo con atención…

En el capítulo dedicado a buscar las razones de la desaparición de personas, la autora hace un listado ―no exhaustivo― de 18 modalidades, entre las que destacan las que derivan de enfrentamientos entre grupos criminales o de estos con fuerzas gubernamentales que son la principal fuente desapariciones en entidades como Jalisco, Zacatecas y Guanajuato y las desapariciones mediante medios electrónicos que han crecido de manera significativa en la capital del país.

En cuanto al número de personas desaparecidas, el estudio se ciñe a los datos del Registro Nacional de la Comisión Nacional de Búsqueda, por lo que maneja el número de 112,232 al 10 de mayo de 2023 [28,000 de las cuales son mujeres, niñas o adolescentes] a nivel nacional y de 4,461 personas desaparecidas y no localizadas [43% de las cuales son mujeres] en la CDMX al 06 de julio de ese 2023.

En el estudio que nos ocupa, el capítulo que pretende responder a la pregunta ¿Dónde están? reviste una particular relevancia, ya que revela el hecho de que una parte de las personas reportadas como desaparecidas han fallecido y sus restos han sido depositados en fosas comunes a cargo de instituciones del Estado o en fosas clandestinas [difícilmente localizables].

En este mismo capítulo, la autora averigua la posible relación entre el notable incremento en el número de personas desaparecidas en la Ciudad de México entre 2019 y 2022 y la también notable disminución del número de homicidios y feminicidios.

En este punto, la autora llama la atención acerca del aumento significativo en los datos de defunciones en la CDMX en el rubro de “intención no determinada”, los cuales pasaron de 286 de 1,363 [20.9%], a 2,179 en 2010 de 3,480 en 2019 [62.6%], lo que puede explicar, en buena medida, la disminución oficial del número de homicidios durante el periodo…

El otro hallazgo en este punto, tiene que ver con el aumento significativo del número de personas desaparecidas entre enero de 2019 y septiembre de 2022, el cual parece encubrir un buen número de posibles homicidios.

En cuanto a quiénes son las personas desaparecidas, el estudio señala que en el 24.9% se trata de jóvenes y adolescentes de entre 11 y 20 años y que ese número se eleva al 45% si se incluyen las personas hasta los 30 años, un fenómeno también presente en el rubro de muertes violentas…

¿Qué impide encontrarlas? Aquí, como lo hizo al principio, enumera ocho problemas que impiden su localización, entre las que se podrían destacar la ausencia de un registro único y el envío a fosas comunes incluso cuando se les ha identificado y la falta de atención, apoyo y muestras de solidaridad de parte de las autoridades hacia las familias que acuden a reportar alguna desaparición…

En cuanto a lo que podría ayudar a su localización, parece suficiente derivarlo del punto anterior: un registro único; no enviar a fosas comunes a quienes no se haya identificado; atención, apoyo y solidaridad hacia las familias y hacia las personas [madres en su mayoría] buscadoras, 23 de las cuales desaparecieron durante el sexenio anterior a nivel nacional, además de las 225 que fueron asesinadas…

Más artículos

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí