Por Pablo Hernández | Diego Mendoza | Misael Ulloa
El estado de Nayarit se encuentra en shock ante el desbordamiento de la violencia contra las mujeres, una tragedia que ha alcanzado cifras escalofriantes. En sólo 10 días, cuatro mujeres han sido asesinadas, un hecho que no tiene precedentes en la entidad y que ha generado un profundo estremecimiento en toda la comunidad. Según la Fiscalía General del Estado, a lo largo de este 2025 se han reportado ya nueve muertes violentas de mujeres, de las cuales siete han sido clasificadas como feminicidios. Este alarmante panorama pone de manifiesto una realidad insostenible que exige una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades.
El concepto de feminicidio surgió como un neologismo derivado del término inglés femicide, popularizado por la doctora en psicología social, Diane Rusell, quien dedicó su carrera al estudio de la violencia contra las mujeres en sus múltiples manifestaciones, así como al activismo feminista. Fue ella quien, a través de su trabajo, ayudó a conceptualizar este fenómeno como un crimen profundamente relacionado con las estructuras patriarcales y la desigualdad de género. En América Latina, el término fue adoptado por la académica, investigadora y activista mexicana Marcela Lagarde, quien lo tradujo como feminicidio y lo contextualizó dentro de la violencia estructural que sufren las mujeres, enfocándose en casos emblemáticos como los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.

Desde entonces, el feminicidio ha dejado de ser un término académico para convertirse en un llamado urgente de atención sobre una grave crisis de derechos humanos en México. El auge del movimiento feminista, que ha ganado terreno en la última década, ha permitido visibilizar estos crímenes de manera más efectiva, destapando un horror que, por años, estuvo oculto. El país ha comenzado a enfrentar la realidad, los cuales reflejan una violencia estructural que atraviesa diversas esferas de la vida social, económica y política.
Tan sólo en los primeros dos meses de 2025, se han documentado 102 feminicidios y 365 muertes violentas de mujeres en todo el territorio nacional, lo que equivale a un promedio de ocho mujeres asesinadas al día. Esta cifra refleja una tendencia alarmante que no parece dar tregua.
Nayarit: una realidad cada vez más sombría
En el caso de Nayarit, el aumento de los feminicidios es especialmente preocupante. Desde 2020, el Sistema Nacional de Seguridad Pública ha registrado un total de 45 feminicidios en el estado. Sin embargo, el año con más casos fue 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia, cuando las medidas de confinamiento y el aislamiento social agravaron la situación de las mujeres que ya se encontraban en contextos de violencia. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, 2025 ha tomado un rumbo aún más alarmante. En comparación con marzo de 2024, los feminicidios han aumentado en un 75%, una cifra que refleja el escalamiento de la violencia de género en el estado.
En la capital del estado, Tepic, se han registrado dos feminicidios particularmente dolorosos. El 16 de marzo de 2025, Norma Elizabeth fue asesinada por su sobrina, Natalie “N”, quien fue arrestada en los días posteriores. En otro caso, Mayra Rocío perdió la vida a manos de su pareja, José Juan, quien también fue detenido mientras intentaba escapar. Tepic ha sido un punto caliente para los feminicidios en los últimos años, figurando de manera constante en los primeros lugares de los municipios con más feminicidios en México. En 2023, Tepic ocupó el lugar 75, pero en 2024 subió al lugar 35, un claro reflejo del deterioro de la seguridad y el aumento de la violencia de género en la ciudad.


El horror no se detuvo ahí. El 25 de marzo de 2025, Nayarit fue nuevamente escenario de un doble feminicidio. El primer caso ocurrió en Punta de Mita, en Bahía de Banderas, donde Miranda fue asesinada por su expareja, Ezequiel “N”, quien fue arrestado en el mismo lugar. El segundo feminicidio tuvo lugar en Xalisco, donde Yamileth fue ultimada por su pareja, Pablo “N”, quien también fue detenido en el lugar de los hechos. Estos casos evidencian la magnitud de la violencia y la falta de seguridad en diversas partes del estado.
Antes de estos trágicos eventos, el 12 de febrero, Irene Isabel fue encontrada sin vida en la casa de su exnovio, Raúl “N”, quien fue detenido tras el hallazgo. Irene había sido reportada como desaparecida desde el 8 de febrero. Este caso resalta otro de los graves problemas que enfrentan las mujeres en Nayarit: la violencia que se ejerce en el ámbito familiar o íntimo, donde las víctimas, en su mayoría, son asesinadas por parejas o exparejas.
En el municipio de Compostela, se registraron dos feminicidios en marzo. El primero ocurrió el 2 de marzo, cuando María Elena fue asesinada por su expareja, Jesús “N”, quien permanece prófugo. Diez días después, el hallazgo de un cuerpo en las cercanías del Río Compostela alertó a las autoridades. Ana María fue violentamente asesinada, pero aún no se ha identificado a los responsables, lo que mantiene a la comunidad en un estado de incertidumbre y miedo.
Además de estos casos, la Fiscalía General del Estado ha contabilizado otras dos muertes violentas de mujeres que, debido a sus características, no han sido clasificadas como feminicidios. Estos casos incluyen delitos diversos como secuestro agravado, asalto, robo, desaparición forzada, y homicidio calificado, lo que subraya la diversidad de formas en que las mujeres continúan siendo víctimas de violencia.

El clamor por una respuesta inmediata
Ante la gravedad de esta situación, diversos actores políticos y sociales han alzado la voz para exigir una respuesta contundente por parte de las autoridades. El gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro, expresó en varias entrevistas su preocupación por la escalada de la violencia contra las mujeres y llamó a las instituciones públicas a actuar con mayor diligencia en la lucha contra la violencia de género. “Tenemos que generar escenarios de confort y satisfacción anímica, reconstruir el ánimo social y personal”, comentó, haciendo un llamado a la colaboración de todos los sectores de la sociedad para enfrentar esta crisis.

“Nuestro equipo de psicólogas está colapsado”: INMUNAY
Desde la perspectiva del Instituto para la Mujer Nayarit (INMUNAY), Margarita Morán Flores, su directora, señaló que uno de los mayores desafíos es la falta de conciencia sobre las señales de violencia y la persistencia de muchas mujeres en relaciones tóxicas. “Aunque las mujeres están capacitadas y tienen información sobre cómo identificar a los agresores, muchas siguen permaneciendo en estas relaciones destructivas”, explicó Morán. Además, lamentó que muchas víctimas retiren sus denuncias, ya sea por manipulación emocional o por miedo al agresor. La funcionaria también denunció que su equipo de psicólogas está desbordado, sin los recursos necesarios para dar seguimiento adecuado a los más de 300 casos que atienden.

“Ninguna mujer debe ser violentada en Tepic”: Geraldine Ponce
Esta preocupante alza en la violencia contra la mujer también generó reacciones en la capital nayarita. La presidenta municipal, Geraldine Ponce Méndez, dejó en claro el compromiso de su gobierno por velar por la seguridad de las mujeres: “Hemos atendido casos muy graves y podemos decir que hemos salvado la vida de muchas mujeres, evitado agresiones físicas severas e incluso prevenir feminicidios”.
El Gobierno de Tepic cuenta con una aplicación conocida como Alerta Violeta, la cual ha resultado ser de gran ayuda para atender casos de violencia familiar de manera inmediata: “Como mujeres, no podemos permitir ningún tipo de agresión. Estamos aquí para apoyarlas y acompañarlas”, finalizó en su entrevista.
Un llamado a la acción, “no basta con simular”
Por otro lado, Mirosalva Ibarra Ávalos, presidenta de la plataforma estatal Activa TV y directora estatal de Pro Life Army Nayarit, señaló que la “cultura de la muerte” sigue permeando en México y que las autoridades deben dejar de simular acciones que no abordan el problema de fondo. “Es muy lamentable el ambiente de extrema violencia que estamos viviendo no sólo en Nayarit, sino en todo México. Necesitamos acciones concretas, no sólo gestos simbólicos”, afirmó Ibarra Ávalos. También hizo un llamado a la sociedad civil para que se organice y trabaje de manera conjunta en la lucha por la seguridad y el bienestar de las mujeres: “Necesitamos unirnos como sociedad, como asociaciones civiles, ONGs y otros sectores, para actuar de manera conjunta y generar cambios reales”, concluyó.
Por su parte, la colectiva Mujeres Resilientes, en voz de Fer López, han alzado su voz en contra de la violencia de género, calificándola como un atentado contra la integridad de las mujeres, simplemente por el hecho de ser mujeres. En este contexto donde los feminicidios y agresiones aumentan, la colectiva ha resaltado que este tipo de violencia incluye formas físicas, psicológicas, sexuales e institucionales, que en ocasiones culminan con la muerte de las víctimas.
El 7 de marzo, realizaron una manifestación pacífica que partió del Centro de Justicia para la Mujer y concluyó en la Fiscalía, donde presentaron un pliego petitorio y expusieron sus necesidades y casos ante personal especializado en asuntos de la mujer, recibiendo seguimiento a sus demandas. Posteriormente, el 20 de marzo, se manifestaron frente al Palacio de Gobierno en honor a las víctimas de feminicidio, exigiendo justicia por los casos de Norma y Mayra.

Fer López y la colectiva han afirmado que la lucha sigue y continúan buscando más manifestaciones para exigir justicia y mayor apoyo para las mujeres víctimas de violencia, con el objetivo de frenar el aumento de feminicidios en la región.
Las cifras y los hechos son claros: la violencia hacia las mujeres persiste en todos los estratos de la sociedad. Existe un consenso generalizado, desde el gobernador hasta las distintas asociaciones civiles, sobre la necesidad de mejorar la calidad de vida y garantizar la seguridad para todas las personas.