Manuel Salinas Solís
Hoy comienzan en Estados Unidos, las votaciones para elegir presidente.
De hecho las casillas electorales como es costumbre, han estado abiertas desde hace días y se sabe que ya van cientos de miles de ciudadanos que han emitido su voto.
Entre ellos ya sufragó Joe Biden el actual presidente y desde el extranjero lo han hecho también muchos miles de votantes
Pero el mero día de la votación es hoy.
La elección será reñidísima.
Esa ha sido la característica de las dos últimas elecciones presidenciales.
Hace cuatro años el actual presidente norteamericano ganó por 7 millones de votos, poca diferencia si se toma en cuenta que la votación total fue de tantito menos de 160 millones de sufragios.
En esta ocasión –dicen los expertos- el final también será de fotografía.
El margen incluso, que resulte entre ganador y perdedor será más estrecho de lo que fue en la pasada elección. El resultado dicen, lo sabremos entre 9 y 10 de la noche de hoy.
A diferencia de la manera directa en que votamos en México, en donde cada ciudadano vota y al final se suman los votos y quien obtiene la mayoría de ellos es el vencedor y por tanto el presidente de la república, en Estados Unidos no es así porque la votación es indirecta. Los electores sufragan para elegir electores cuyo número corresponde a la población que tiene cada uno de los 50 estados federados. Entre mayor población tiene un estado mayor número de electores le corresponden. De esta suerte en cada estado, luego de sumar los votos emitidos quien obtiene la mayor cantidad de ellos se lleva a su cuenta el total de electores que correspondan al estado de la unión de que se trate. De forma similar, valga la comparación, al juego de la churumbela cuando el jugador la hace girar y obtiene un “toma todo” Por eso las campañas de los contendientes se refuerzan en aquellos estados que tienen dada su población, el mayor número de electores pues al final lo que cuenta es el voto de los electores.
Hace 4 años Biden obtuvo 306 votos electorales y su contrincante Trump 232. Se sabe que la meta para ganar es obtener 270 votos electorales y hay estados clave para conseguirlos a quienes los analistas llaman estados swing porque en ellos suelen ganar indistintamente unas veces los demócratas otras los republicanos. Esos estados son Pensilvania, Wisconsin, Georgia, Arizona, Michigan y Nevada. La vez pasada votaron por Biden.
¿Quien ganará esta vez? Sólo Dios lo sabe.
Desde luego a los mexicanos evidentemente nos gustaría en términos generales que la triunfadora fuera Kamala Harris, pues la ex senadora de 60 años nacida en California, parece ser más empática con nuestro país y la población latina que allá vive. Cuando menos a diferencia de Trump cuya actitud denostativa contra México y nuestros paisanos a quienes acusa de criminales, violadores narcotraficantes y muchas otras linduras y a quienes promete meter a prisión y expulsarlos indiscriminadamente del país, la ex vicepresidenta Harris ofrece mayores elementos de cordura y sensatez. En la papeleta además, presidenta allá y presidenta aquí será más fácil el entendimiento y la colaboración. El fácil doblarse de su antecesor según reveló el propio Trump, no lo imagino repetido en la nueva titular del Ejecutivo mexicano. El no haber incurrido en balandronadas como acostumbraba su antecesor es ya cuando menos una buena señal
Cada que el candidato Trump anuncia que se fragua en su contra un fraude gigantesco, se alimenta nuestro presentimiento de que nuevamente va a morder el polvo de la derrota y que con tales anuncios prepara el terreno para llamarse a robado como en la ocasión anterior.
Hasta aquí mi comentario
Para todos como siempre ¡¡¡salud y fibra !!!