“Llega el otoño y me defiende, / la primavera y me condena. / Tengo millones de huéspedes / que ríen y comen, / copulan y duermen, / juegan y piensan, / millones de huéspedes que se aburren / y tienen pesadillas y ataques de nervios”
Mario Benedetti
“Esta es su casa”, así es como abraza a los migrantes el Gobernador Miguel Ángel Navarro. En Nayarit, los migrantes tienen el apoyo de un gobierno que actúa con sensibilidad, compromiso y que destina recursos humanos y financieros para su bienestar. Esa es la respuesta que suma trabajo, unidad y organización en armonía con la estrategia del gobierno federal ante las deportaciones que ha emprendido el gobierno estadounidense. El mandatario estatal, Miguel Ángel Navarro Quintero, ha sostenido que los migrantes, junto a sus familias, “encontrarán en Nayarit apoyo, protección y oportunidades para salir adelante”. El sólido liderazgo del jefe del Poder Ejecutivo estatal queda al servicio de quienes atraviesan por una etapa histórica en extremo complicada.
Pueblo y gobierno responden a las manifestaciones de xenofobia y de racismo. Los nayaritas cierran filas en favor de aquellos que han sido víctimas de un gobierno bóxer que no comprende ni dimensiona las aportaciones de los migrantes. Esas personas a las que se les suele denominar por su condición de movilidad, como migrantes, no son invasores, no le quitan nada a nadie. Por el contrario, el migrante aporta, tanto que los migrantes construyeron naciones como los Estados Unidos.
Los migrantes contribuyen a la riqueza de esa nación, con su trabajo, con sus impuestos, con su cultura, con su ciencia. Si esos cientos de miles de personas, o millones de hombres y mujeres han salido de México es debido a razones legítimas. Es por eso que el mandatario nayarita ha sostenido que “si Estados Unidos demuestra grandiosidad, es también con el esfuerzo de los mexicanos, como lo ha dicho la doctora, Claudia Sheinbaum”. Es verdad: los Estados Unidos no serían lo que son sin los migrantes de todo el mundo.
La administración estatal, con el liderazgo del doctor Navarro, ya realiza tareas de solidaridad, para lo que instaló el Comité Interinstitucional de Protección al Migrante en el Estado de Nayarit. Todo el gobierno se vuelca en franco apoyo y plena solidaridad en favor de los migrantes. Así es: todo el gobierno suma a esa directriz, la de responder de manera inmediata y efectiva, a las necesidades de los migrantes.
Hasta ahora, las expulsiones, las deportaciones no se han mostrado tan violentas como muchos podrían esperar. De lo que no hay duda es de ese temor del que son víctimas cientos de miles si no millones de personas que se encuentran como indocumentados en aquella nación. Ese temor es provocado por el terrorismo verbal “kukuxklanesco” que se ha desatado en los Estados Unidos.
El estado de Nayarit ha sido durante las cuatro últimas décadas, una región generadora de mano de obra. Esa es la razón por la que nuestra entidad es una de las principales regiones receptoras de remesas. De ahí podemos derivar cifras asociadas con la migración. En promedio, según datos del Banco de México, un envío mensual de dinero asciende a los 390 dólares. Partiendo de esa cifra, podemos concluir que cada mes se reciben en Nayarit unas 180 mil remesas. Eso nos lleva a suponer que son unas 180 mil personas las que envían dinero al país. A partir de tales datos, podemos suponer que en los Estados Unidos reside al menos esa cifra de connacionales. La cifra seguramente se queda corta, pues en ese país ya residen familias enteras que ya no envían remesas porque padres e hijos se desplazaron a ese país. Desde esa cifra, y por la vía de un análisis cualitativo, podríamos suponer que en los Estados Unidos residen actualmente unas 360 mil o 400 mil personas originarias de nuestra entidad.
¿Cuántas personas podrían ser víctimas de las expulsiones realizadas por los Estados Unidos? ¿Cuántas personas podrían desplazarse “voluntariamente” víctimas del terrorismo verbal del gobierno federal de los Estados Unidos? El ejercicio puede hacerse, pero seguramente que las oleadas de expulsiones afectarán a casi todos los estados del país. Nuestra entidad no va a ser la excepción y ya existen indicios al respecto.
Para lo anterior se ha preparado el gobierno del doctor Navarro Quintero. Esos preparativos involucran no solamente a las instancias de la administración que preside. Se trata de poner el liderazgo del titular del Poder Ejecutivo, al servicio de ese noble propósito, el de atender a los migrantes que así lo requieran. ¿Cómo atenderlos? Se trata de atenderlos con ofertas de trabajo, con acceso a servicios de salud, a servicios educativos y de capacitación.
Con plena razón ha ratificado el gobernante nayarita “la solidaridad que existe por parte de las y los mexicanos con las y los migrantes” Es verdad que resulta inocultable “la alegría por su regreso a casa” y como consecuencia de eso, ha ratificado el compromiso del gobierno que seguirá siendo el de “trabajar con instituciones públicas sólidas para subsanar sus necesidades”. Esta es su casa también, como lo es el país de donde pretenden expulsarlos.
Es sin duda una alegría indescriptible ver como regresan aquellos que se fueron. Una alegría enorme, como la que sintió el padre, al regreso del hijo pródigo. No obstante, las deportaciones nos hacen revivir la historia en nuestros corazones. Cierto, como lo dicen los autores de la canción de Los Tigres del Norte: “Nos quitaron ocho estados / ¿Quién es aquí el invasor? / Soy extranjero en mi tierra / Y no vengo a darles guerra / Soy hombre trabajador”. Una parte de los estadounidenses son conscientes de esa verdad histórica. Los que no son conscientes, al menos lo saben.
Resulta en extremo triste, lamentable, ver como un país construido con migrantes, que casi exterminó a sus pueblos originarios, ahora muestra su faceta xenófoba, racista, violentamente olvidadiza. Muchos de esos estadounidenses bóxers, son descendientes de los africanos esclavizados, otros son descendientes de cubanos, de ingleses, de franceses, de judíos, alemanes y de todo el mundo. Los Estados Unidos de América son lo que son con la sangre, el sudor y las lágrimas de migrantes de todo el mundo. Ahora, la nación de los migrantes se declara francamente anti inmigrante, con la violencia de unos y el silencio de otros.
No obstante, la historia de las naciones americanas se forjó a sangre y fuego. Eso hace resistir toda clase de embestidas a cualquier americano, a cualquier mexicano, a cualquier nayarita. Los que atraviesan por una etapa desgraciada de su vida, no están solos, como lo ha manifestado el Gobernador Navarro Quintero. No están solos, ni aquí, ni allá.