“… no se ve el hombre Gonzaga, / ni a su gente ni a sus concubinas / no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa / sino para venderlo y pronto”

E. Pound

Por Ernesto Acero C.

Quizá la envidia subyace en todo. Por ahí empecemos, con los versos de Machado: “La envidia de la virtud / hizo a Caín criminal. / ¡Gloria a Caín! Hoy el vicio / es lo que se envidia más.

La huelga en Hollywood nos obliga a pensar en una distopía. Ese futuro apocalíptico, desolador, nos presenta la autoextinción de la humanidad. De esa amenaza se ha tratado en obras de ciencia ficción: el ser humano reemplazado por máquinas, por robots.

1.- BIENVENIDOS LA PESADILLA. La huelga de guionistas en Hollywood, tiene como bandera la mejora al pago por su trabajo. Los actores exigen lo mismo: más dinero.

Los huelguistas se quejan de la desigualdad en el reparto de las ganancias. Mientras los altos ejecutivos se llevan los millones, ellos solamente acceden a los miles.

Algunos de ellos aseguran que es tanta la desigualdad, que, en muchos casos, deben mantener un segundo empleo, ajeno al primero, para elevar sus ingresos. Lo peor de todo es que los guionistas observan que con su trabajo se generan enormes ganancias, a las que no tienen acceso equitativo y razonable.

Eso es lo que ya hacen millones de personas en el mundo. Millones se afanan en dos empleos y meten a todas sus familias a trabajar y rayan en el hambre empeorada por una puerca desigualdad.

2.- HOLLYWOOD, CREMA Y NATA DE LA FARÁNDULA. No es solamente Hollywood. El impacto es mundial, pues el sindicato aglutina a unos 160 mil actores de radio y televisión de diversas partes del mundo.

A pesar de todo, un número prácticamente incalculable ni siquiera está representado en un sindicato. La mayoría de los actores en el mundo, ni siquiera están representados o lo están por agrupaciones de corte decimonónico.

Lo que ocurre en Hollywood podría auto confinarse. La mayor parte del mundo está lejos, muy lejos, de la IA y de la clonación de sus estrellas locales. Dicho al modo de Rimbaud, “El infierno no puede atacar a los paganos”. No obstante, procede aprender en pellejo ajeno.

3.- SÚPER ESTRELLAS Y DESTELLOS OLVIDADOS. En la literatura, decía alguna vez Gabriel García Márquez, no les va bien a todos. Son pocos los escritores que se pueden dar el lujo de vivir con lo que ganan por su trabajo. Es verdad. No todo mundo puede vivir de la pluma, a no ser que sea que se viva de la pluma pelando pollos.

Igual ocurre con la actuación. Un gran número de actores no logran llegar a los niveles de Marlon Brando, Greta Garbo, como Toshiro Mifune o como María Félix. La inmensa mayoría de actores se consumen en el aire al modo shakesperiano, son como “un pobre actor que se contonea y consume su turno en el escenario, y luego no se le oye más”. Algunos son súper estrellas y otros ni siquiera llegan a ser chispas en el vasto firmamento.

4.- LA AMENAZA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA). Actores y guionistas, principalmente, presienten que la IA es una amenaza para sus empleos. Y les asiste la razón de manera sobrada.

Los actores de hoy podrían ser sustituidos por clones qué, dentro de 500 años, podrían seguir “actuando”. No les preocupa tanto lo que pueda pasar dentro de los próximos cien años, sino lo que significaría para su bolsillo en los próximos años, en vida.

Los guionistas también podrían ser sustituidos. Seguramente los escritores de historias también podrían ser reemplazados por máquinas. Los directores también podrían ser reemplazados por máquinas.

Para la IA no sería un problema sustituir a Miguel Ángel, a Da Vinci o a Botero. Ni Neruda, ni Boccaccio son indispensables en el mundo de la IA.

Una gran cantidad de producción entrecomilladamente “artística”, mediocre, puede ser generada por IA. Buena parte de lo que produce la industria del entretenimiento, del espectáculo, de la “comunicación”, ni siquiera requiere de gran inteligencia. Para producir la basura que nos presentan como cine o como música, no se requiere de IA, sino de iA. Se requiere de más artificialidad que de inteligencia (iA).

Con pena podría denominar “arte” basura a buena parte de lo que se produce con fines estrictamente comerciales. De eso ni siquiera se salva el sexo. Por intereses mezquinamente capitalistas, el sexo se presenta como algo puercamente execrable.

5.- HOLLYWOOD Y EL LUDISMO. LA HISTORIA SE REPITE. Al iniciar el siglo XIX, se desplegó un movimiento denominado “ludismo”, que combatía a las máquinas culpándolas de la destrucción de empleos.

Esas máquinas siguen destruyendo empleos. El uso de las máquinas genera otros empleos, pero suelen ser peor pagados y en menor cantidad.

Podría esperarse que la introducción de la maquinaria se tradujese en más tiempo libre para los trabajadores. No obstante, no es así. Hace más de cien años se reformó nuestra constitución para que la jornada laboral fuera de ocho horas por siete días a la semana.

El ser humano ya pisó la luna y planea instalarse en Marte. Ya ha viajado más allá del sistema solar y ha estrellado sus satélites en otros mundos. Empero, la gente sigue trabajando aquí en la tierra, como burro y ganando como esclavo.

La sombra que gravita sobre Hollywood, dada la presencia de la IA, es como espada de Damocles que en cualquier momento caerá sobre las testas de los trabajadores de la comunicación, el entretenimiento y el espectáculo. Definitivamente deben preocuparse por lo que viene y ocuparse de crear nuevas formas de salvar lo mejor de la condición humana.

EL GRAN MAESTRO ASIMOV, no puede estar fuera de estas reflexiones. De la lectura de su obra, se desprende que la evolución humana tampoco puede detenerse. En ese sentido, la IA, todas las tecnologías que facilitan la existencia al ser humano, pueden potencializar el proceso evolutivo del hombre.

En “Sufragio universal”, el mismo Asimov nos descubre un futuro posible. El proceso electoral reducido a un algoritmo ‘psicohistórico’ que nos evitaría procesos electorales y sus costos. Una computadora eligiendo: “Miren, yo andaba por allí cuando entronizaron a Multivac. Él terminaría con los partidismos políticos, dijeron. No más dinero electoral despilfarrado en las campañas”. ¿Eso queremos?

En Hollywood se ha reaccionado a tiempo (?): ¿y el resto del mundo? Los fascinados aldeanos adoradores de la tecnología y de la IA, deben ser cuidadosos. Hacer como que se sabe, es malo; no saber nada, es fatal. Cuidado con los procesos de emasculación social.

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